Domingo 16/Septiembre
Es irónico. La autosuficiencia debería liberar a la persona orgullosa de la necesidad de que otros lo engrandezcan. Eso es lo que significa ser «suficiente». Sin embargo, es evidente que existe una carencia en la supuesta autosuficiencia.
Esta vana ansiedad por la alabanza de otros muestra el fracaso del orgullo y la ausencia de fe en la continua gracia de Dios. Jesús vio el terrible efecto de esta picazón del ser humano con ansias de gloria. La mencionó en Juan 5:44: «¿Cómo podéis creer, cuando recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?». La respuesta es que no podemos.
Desear recibir gloria de parte de otras personas hace que la fe sea imposible. ¿Por qué?
Porque la fe se satisface en todo lo que Dios es para nosotros en Jesús; y si estamos inclinados a satisfacer nuestra picazón con la rascadura de los aplausos de otros, nos alejaremos de Jesús.
Devocional: Gozo Verdadero